Eliseu Climent, fundador de ´El Temps´ y del Centre Octubre de Valencia, pancatalanista
“El catalán goza de excelente salud. ¡Y también en Valencia!”
LLUÍS AMIGUET - 28/11/2007
Nací en Llombai, marquesado de Borja. En el cole me obligaron a hablar castellano y de joven publicábamos un libro en catalán al año en toda Valencia: hoy tenemos cuatro teles en catalán, que está salvado. Construimos un área económica común para el arco mediterráneo
Exhibimos ahora los cabellos de Lucrecia Borja, robados de su urna por lord Byron en pleno arrebato necrofílico. ¡La bella papisa Borja: el gran amor del poeta Pietro Bembo!
¡Qué tórrido romance!
Sus cabellos retornan a Valencia, patria de la lengua de Lucrecia, la que hablaron los papas Borja y donde aún hablamos como ellos.
El Papa hablaba valenciano.
Fue el momento de máxima proyección cultural y universal de la lengua catalana: “O Dio, la Chiesa di Roma in mani dei catalani!”, se santiguaban los romanos. Lucrecia fue la hija de Alejandro VI y hermana del mítico César Borja. Ahora, Els cabells de Lucrècia Borja exhibe en el Centre Octubre de Cultura Contemporània la historia de los Borja en los apasionantes e ignotos archivos secretos vaticanos.
¿Cree que los Borja eran incestuosos?
La gran autoridad en los Borja, el añorado padre Batllori, después de matizar que hablábamos de otros tiempos y costumbres, me confió un día haber consultado ciertos documentos en la catedral de Valencia en los que Lucrecia declaraba la sensualidad sin par de su padre, el Papa Alejandro Borja.
Eran otros tiempos, sí.
También Batllori explicaba cómo, en uno de los besamanos al Papa Alejandro, de entre todos los cardenales sólo pudieron arrodillarse dos, porque el resto padecía la sífilis.
Menos mal que eran otros tiempos.
Gloriosos, por otra parte. El cardenal Poupard, responsable vaticano de Cultura, sostiene que Europa no se entiende sin los Borja. Es el momento de descubrir por qué.
¿Valencia y Catalunya hoy se entienden?
Vicens Vives ya decía que la articulación de Valencia, Catalunya y Baleares sería muy peligrosa para España, por eso se han encargado de impedirla muy mucho desde Madrid.
¿Cómo?
Dividiendo nuestra lengua y los símbolos, pero sobre todo y también nuestra economía e infraestructuras: fíjese dónde empiezan los peajes y dónde acaban y fíjese en el AVE.
La primera autopista española - sigue siendo de peaje- fue la del Mediterráneo.
¡Sólo porque el Banco Mundial invirtió en ese eje, porque era también el más eficaz para lograr el desarrollo de toda España! Y lo sigue siendo, por mucho que les pese. Ruiz-Gallardón razonaba sin empacho que el trazado del AVE Madrid-Valencia tenía un ramal a Murcia “para que los valencianos no miren al norte”.
¿Y la eurorregión maragalliana?
Pasqual se equivocó al colocar en Barcelona el eje del compás que diseñaba esa área: en Valencia no le entendieron. Con razón.
Querían trato de iguales.
Porque lo somos: hoy desde el Instituto Villalonga, los empresarios del Euram (arco mediterráneo) constituimos un lobby ante Bruselas. Empresarios y ciudadanos catalanes, valencianos, baleares, incluso del Rosellón francés, hemos comprendido perfectamente que tenemos intereses comunes e infraestructuras por defender juntos ante la UE.
La alternativa es la España radial.
¡Pero avanzamos! Aunque el nacionalismo catalán esté muy pesimista y ensimismado.
“Emprenyat”, que dijo Enric Juliana.
El catalán sólo es un nacionalismo para tres provincias y media, porque no llega ni al delta del Ebro. El mensaje económico y pragmático del Euram, en cambio, nos une a todos los demás países del arco. Yo ya no le hablo de presionar a la Magdalena Álvarez de turno: es Bruselas la que tendrá que escucharnos.
Le veo muy optimista.
¡La realidad me hace optimista! Jamás tuvieron el catalán y su cultura tanta proyección y nunca tuvimos sus pueblos tanta comunidad de intereses y conexiones universitarias, económicas y, desde luego, lingüísticas.
Aquí repiten que el catalán se muere.
¡Al contrario! ¡Goza de buena salud!
¿También en Valencia?
Cuando iba al cole me prohibían hablarlo, y ahora es la lengua del campo del Valencia CF o el Corte Inglés: el catalán es lengua vehicular elegida por 200.000 escolares valencianos. Goza de buena salud aquí y allí.
Valencia sube porque Madrid la apoya.
Es cierto que Madrid la ha apoyado, pero también es cierto que ha habido un Gobierno valenciano que ha sabido sacarles lo suyo, y se ha visto, por ejemplo, con la Copa del América.
Cuando Valencia sube, Barcelona baja…
Sí, pero también Valencia, far west catalán en la reconquista de Jaume I, es obra de catalanes, y sus bisnietos han vuelto a los orígenes a menudo. Y si me permite una sugerencia…
Adelante.
¿Por qué no dejan los catalanes de celebrar patéticas derrotas y festejan - con nosotros- las victorias del gran rey Jaume I?
Paso su sugerencia a los lectores.
¡Catalanes: dejen de deprimirse ya, que vamos viento en popa! Creemos un espacio de comunicación común: ¡hoy ya somos catorce millones de catalano-consumidores!
A ver si nos dejan intercambiar teles.
¡En esa lucha llevamos años! Que ustedes puedan ver las teles valencianas y baleares, y viceversa, pero también en eso soy optimista.
¿Razones para el optimismo?
Joan Fuster y yo editábamos el libro en catalán al año en Valencia. Joan decía en vida que el país no daba ni para una hoja parroquial, pero hoy hay cuatro teles en catalán y decenas de radios.
LA VANGUARDIA,
Mail: casaldalacant@acpv.cat Tlf: 965205667 Fax: 965144418
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